Las personas prestan atención a aquello que
les interesa, y esto es fundamental para que un consumidor se pare a ver nuestros anuncios. la atención se dirige con los intereses, y para saber los intereses de estos hay que saber muy bien cuales son las necesidades de cada uno.
Maslow clasificó las necesidades de los Seres Humanos en una pirámide que todos conocemos, donde las más basicas (las fisiológicas) estarían abajo y irían subiendo hacia arriba (la de autorrealización).
en el fondo los productos dan igual (dentro de un límite), lo que en verdad se vende con la publicidad es la satisfacción de una necesidad convertida en deseo
Se puede jugar con los productos o servicios en la pirámide, pues dependiendo de que se pretenda transmitir se pondrán en un escalón o en otro.
De esta manera,
Coca-Cola apela a la cúspide de la pirámide vendiendo felicidad y una empresa
de seguros apelará a la segunda fila de la pirámide, vendiendo seguridad.
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